HISTORIA DEL SIMBOLISMO DEL TAROT

INVESTIGACIONES SOBRE SU ORIGEN

El Tarot es un libro Egipcio — Sus transformaciones — Juego de Mantegna — Tarot veneciano — Tarot de Florencia — Tarot de Bologna — Tarot hindú — Relaciones del Tarot con un monumento chino — Tarot chino — Los Tarots actuales — Etteilla — Marsella — Besancon — Wattillaux — Tarots ale­manes e italianos — Tarot de Papus — Construcción del sim­bolismo del Tarot — Los 16 signos hieroglíficos primitivos — Las 22 letras hebraicas, base del Tarot simbólico

ORÍGENES DEL SIMBOLISMO DEL TAROT

Cada lámina del Tarot representa, ya lo hemos dicho, un sím­bolo, un número y una idea.

En el transcurso de esta exposición nos propusimos evitar, dentro de lo posible, una actitud empírica; con tal motivo hemos estudiado primeramente el elemento más sólido, fijo e invariable en sus com­binaciones, el número.

Firmemente apoyados sobre esta base, nos hallamos ahora en condiciones de estudiar con más provecho el aspecto simbólico. Con tal fin supondremos que "el lector se ha procurado un Tarot, sobre todo EL TAROT DE MARSELLA, que es el más exacto desde el punto de vista simbólico.

Bastará entonces con disponer las láminas sobre una mesa para observar de inmediato que los personajes visten como en la época del "renacimiento". Me diréis entonces: ¿a juzgar por la vestimenta, vuestro juego no parece tan antiguo?

Mas considerad con mayor atención las figuras y descubriréis de inmediato ciertos símbolos egipcios (cruz ansata, N°5; ibis, N9 17) mezclados a los trajes renacentistas.

Esto nos indica que el Tarot de Marsella es efectivamente la representación exacta del Tarot egipcio primitivo. Solamente los Bohemios poseen intacto el juego primitivo.

Los estudios de los eruditos que se han ocupado del Tarot prue­ban hasta la evidencia nuestra afirmación. Si hojeamos los trabajos de Chatto, de Boiteau y sobre todo de Merlín, veremos que nuestro aserto está también probado por la historia.

Merlín condujo sus investigaciones mediante un rigorismo cien­tífico que le permitió hallar el origen de nuestro Tarot de Marsella en un Tarot italiano de Venecia, el cual es el padre de todos los juegos ulteriores. Asimismo encuentra el origen del Tarot veneciano en el juego filosófico de Mantegna. Mas no logra hallar el origen de este último juego. La causa de esto está en que Merlín toma como origen lo que en realidad es una reproducción hecha por un iniciado. Es también lo que se ha producido con el Ars Magna, de Raymond Lulle, deducido totalmente del Tarot.

Damos a título informativo el juego de Mantegna conocido por los comerciantes con el nombre de "Cartas de Baldini", como así mismo los juegos italianos, de los cuales se han derivado la mayor parte de los nuestros.

La última de las tablas que damos a continuación, en la que se contienen las relaciones del Tarot o juego de Mantegna, debe ser invertida —con lo que representará las cartas de Mantegna deriva­das del Tarot— tal como acabamos de indicarlo.

He aquí esta tabla:

JUEGO DE MANTEGNA


ORIGEN DE LOS OTROS JUEGOS


CORRESPONDENCIAS ENTRE LOS JUEGOS ITALIANOS PRIMITIVOS

Y EL TAROT ACTUAL

TAROT ACTUAL DE MANTEGNA

El Rey                                                   Rey                                        N°8 de Mantegna

El Caballo                                             Caballero                              N°6 de Mantegna

El Valet                                                 Famero                                  N°2 de Mantegna

El Emperador                                       4 del Tarot y el IX  serie E de Mantegna

El Papa                                                  5 del Tarot y el X serie E Mantegna

La Temperanza                                    14 del Tarot y el 34 serie B de Mantegna

La Fuerza                                              11 del Tarot y el 36 serie B de Mantegna

La Justicia                                            8 del Tarot y el 37 serie B de Mantegna

La Luna                                                18 del Tarot y el 41 serie A de Mantegna

El Sol                                                     19 del Tarot y el 44 serie A de Mantegna

El Loco                                                 Mísero                                  N°1 de Mantegna

La Estrella                                            17 Venus                               N°42 de Mantegna

El Carruaje                                            7 Marte                                 N°10 de Mantegna

El Ermitaño                                           9 Saturno                              N°47 de Mantegna


El Mundo                             21            Júpiter                                   N°46 de Mantegna

                                                               Primera causa                       N°50 de Mantegna

Si a pesar de esto, la existencia de los símbolos egipcios de este Tarot —pseudo italianos— no conforma al lector, algunas pa­labras sobre las transformaciones del Tarot en Oriente y en Eu­ropa, principalmente en Italia, lo satisfará plenamente.

En efecto, los hindúes poseen un juego de ajedrez (Tchatu-ranga) que se deriva del Tarot, tal como lo demuestra la dispo­sición de sus piezas divididas en cuatro series: Elefantes, Carros, Caballos, Infantes.

Los musulmanes de la India poseen igualmente un juego derivado en línea directa de los viejos símbolos del Tarot: el Gungeifu o Ghendgeifeh. Este juego se compone de ocho series de doce cartas, las que se dividen así:

SECCIÓN SUPERIOR          SECCIÓN INFERIOR

       O BISHBUR                            O KUNBUR

Coronas                                              Arpas

Lunas                                                  Soles

Sables                                                 Diplomas reales

Esclavos                                              Bultos de mercaderías


RELACIONES DE ESTE JUEGO CON UN MONUMENTO CHINO

Berlín, que tantos servicios rindió a la literatura y a la cien­cia con las excelentes memorias que se procuró y que hizo publicar sobre China, nos comunicó la existencia de un monumento único, el cual le fue remitido desde aquellas latitudes, y que se remonta a las primeras edades de este imperio. Esto es lo que afirman los chinos diciendo que el susodicho monumento representa a Yao en el acto de deseca: las aguas del diluvio.

Las inscripciones del monumento están formadas por grandes compartimentos que afectan la forma de un rectángulo, todos ellos iguales, y del mismo tamaño que las cartas del Tarot. Estos com­partimentos están dispuestos en seis columnas perpendiculares; las cinco primeras comprenden 14 compartimentos cada una y la última 7 solamente. En total suman 77 figuras, iguales a las 77 del Tarot;

y está formado por combinaciones de 7 cartas, puesto que cada co­lumna contiene 14 signos y aquella que abarca solamente media columna tiene tan sólo siete compartimentos.

A no ser por esto, podrían haberse arreglado estos 77 com­partimentos de manera de llenar casi totalmente la sexta columna: bastaría para ello disponer las columnas en 13 compartimentos, la sexta tendría entonces 12.

Este monumento es por lo tanto muy semejante, en su dispo­sición, al juego del Tarot. Si se los dispusiera sobre un tablero: los cuatro colores estarían representados por las cuatro primeras columnas de catorce cartas cada una, y los triunfos, 21 en total, llenarían la quinta columna y la mitad de la sexta.

Sería muy extraño que un arreglo semejante fuera la mera obra del azar; parece en cambio muy probable que cada uno de estos monumentos fueran constituidos según el principio sagrado del número 7; en consecuencia ambos aparecen como el resultado de la aplicación de una idéntica fórmula, posiblemente anterior a la existencia de los chinos y egipcias. Quizá podría hallarse algo seme­jante entre los hindúes o entre los pueblos del Tibet, situados entre estas dos naciones.

Tuvimos muchos deseos de hacer grabar este monumento chi­no; mas el temor de desfigurarlo —al reducir demasiado su tamaño original—, y considerando además la parquedad de nuestros recur­sos económicos es por lo que hemos desistido.

Nos olvidábamos decir que las figuras chinas están grabadas en blanco sobre fondo negro, lo que las hace particularmente claras.

RELACIONES DEL JUEGO CON LAS CUADRILLAS Y TORNEOS

Durante muchos siglos la nobleza montaba a caballo y, divi­dida en colores o en facciones, realizaba combates o torneos si­mulados, en un todo análogos a los que se realizan con los juegos de cartas y particularmente con el Tarot, el cual era un juego militar lo mismo que el ajedrez, al mismo tiempo que podía ser con­siderado como un juego civil.

En su origen, los caballeros del torneo estaban divididos en cuatro, y aun en cinco bandos, correspondientes a los cuatro co­lores del Tarot y al total de los triunfos.

Es así como la última diversión de este género que se vio en Francia, fue presentada en 1662 por Luis XIV, entre las Tullerias y el Louvre, en esa gran plaza que ha conservado el nombre de Carrousel. Estaba compuesto por cinco cuadrillas. El rey estaba a la cabeza de los romanos; su hermano, jefe de la casa de Or-leáns, a la cabeza de los persas; el príncipe de Conde mandaba a los turcos; el duque de Enghien, su hijo, a los hindúes; el duque de Guisa, a los americanos. Tres reinas se hacían presente bajo un dosel: la reina madre, la reina reinante y la reina de Inglaterra, viuda de Carlos II. El conde de Sault, hijo del duque de Lesdiguiéres ganó el premio y lo recibió de manos de la reina madre.

Las cuadrillas estaban compuestas generalmente por 8 ó 12 caballeros para cada color: lo que para cuatro colores y a ocho por cuadrilla, da el número 32, que suma el total necesario en el juego de piquet; y para cinco colores, el número 40 que es el número de cartas indispensables para el juego de las cuadrillas.

Court de Gébelin

TAROT CHINO

Mas si un ojo poco experimentado podría no reconocer al Tarot en este juego, no ocurriría lo mismo con el Tarot Chino, pues la disposición de sus cartas demuestra irrecusablemente su legitimo origen. En el cuadro que sigue se exponen sus correspondencias con el nombre sagrado:

ARCANOS MAYORES                  ARCANOS MENORES

       iod                hé             vau              hé

1

15

29

43

57

71

2

16

30

44

58

72

3

17

31

45

59

73

4

18

32

46

60

74

5

19

33

47

61

75

6

20

34

48

62

76

7

21

35

49

63

77

8

22

36

50

64

9

23

37

51

65

10

24

38

52

66

11

25

39'

53

67

12

26

40

54

68

13

27

41

55

69

14

28

42

56

70

Hemos situado en la parte superior de este cuadro las corres­pondencias de los arcanos menores y mayores y de las cuatro letras del tetragrama. La descripción de este monumento chino se hallará en el "Mundo Primitivo" de Court de Gébelin y en la obra de J. A. Vaillant. En cuanto a los Tarots extranjeros puede decirse que los poseemos casi todos; esto nos permite indicar todos aquellos que pueden consultarse.

Tarot Chino (Algunas cartas)


TAROTS ACTUALES

Poseemos hoy en día un gran número de juegos de Tarot. He aquí algunos de los principales:

Tarot de Etteilla

Tarot de Italia

Tarot de Marsella

Tarot de Besancon

Tarot de Besancon a dos cabezas

Tarot de Watillaux

Tarot de Alemania

Tarot de Papus

TAROTS FRANCESES

El Tarot de Etteilla no posee ningún valor simbólico, pues cons­tituye una pésima mutilación del verdadero Tarot; es el juego co­múnmente empleado por nuestras cartománticas y no posee otro interés que la rareza de sus figuras.

El Tarot de Watillaux o juego de la princesa Tarot, repro­duce con bastante exactitud los arcanos menores. Este es el único aspecto que lo hace interesante.

El Tarot italiano, el de Besancon y el de Marsella son los mejores que poseemos hoy en día, sobre todo el último, que repro­duce bastante bien el Tarot simbólico primitivo.

TAROTS EXTRANJEROS

Además del italiano, debemos citar el Tarot alemán cuyos arca­nos llevan símbolos diferentes. En efecto:

Las Copas están representadas por los corazones.

Los Oros por cascabeles.

Las Espadas por hojas.

Los Bastos por bellotas.

Por otra parte, este Tarot es bastante malo.

TAROT DE PAPUS

Era importante poseer un juego de Tarot cuyo simbolismo que­dara definitivamente establecido. Semejante trabajo, reclamado por Eliphas Levi —que estableció sus principios— acaba de ser realizado por Goulinat, bajo la dirección de Papus.

Este talentoso artista ha dibujado la serie completa de los 22 arcanos mayores y de los 56 menores. Los diseños reproducen el Tarot de Marsella con las modificaciones simbólicas aconsejadas por Eliphas Levi, cuyos trabajos e investigaciones sobre tan profunda cuestión resultan especialmente hermosos. Tal como lo hemos indi­cado, es sumamente útil para aquellos que deseen profundizar en el estudio del Tarot, procurarse el Tarot de Marsella y el de Papus. Es sobre éstos que nos basaremos para desarrollar el sentido sim­bólico de cada lámina. Pero antes de pasar al estudio de dicho simbolismo, debemos averiguar si no existe un medio capaz de reve­larnos el simbolismo definitivo del Tarot.

¿COMO PODEMOS ASENTAR DEFINITIVAMENTE

EL SIMBOLISMO DEL TAROT?

El Tarot representa la ciencia antigua o ciencia oculta en todos sus desarrollos posibles, es lo que hemos afirmado repetidas veces.

Por lo tanto si deseamos encontrar una base suficientemente sólida como para referir a ella el simbolismo de los 22 arcanos mayores, deberemos abandonar por un instante nuestro Tarot, para dirigirnos a esta antigua ciencia. Solamente ésta nos facilitará los medios para alcanzar nuestro objeto, no precisamente para hallar la explicación de los símbolos, sino más bien para "crearlos" uno a uno, deduciéndolos de los principios fijos y generales.

Realizaremos así un trabajo completamente nuevo en su género, evitando al mismo tiempo, dentro de lo posible, los errores resul­tantes de querer explicar por sí mismos los símbolos del Tarot, en vez de buscarlos en sus fuentes originales.

La búsqueda de estos símbolos particulares nos conduce de in­mediato a la discusión del grave problema de su origen. Nuestras solas fuerzas no son suficientes para abordar esta cuestión y, sobre todo, resolverla; nos ayudaremos entonces con la opinión de otros autores más autorizados. Siendo la unidad el criterio de la verdad la concordancia de las varias conclusiones sobre un punto fijo será para nosotros un índice precioso.

Claude de Saint Martin, el filósofo desconocido, dice, en su libro de Las Relaciones, que el alfabeto primitivo se componía de 16 signos. Obtuvo estos datos, según lo que podemos juzgar, de la revelación intuitiva unida a las enseñanzas del Iluminismo del cual era miembro activo.

Lacour, en su libro de los Elohim o dios de Moisés, llegó a determinar por vía inductiva la existencia de un alfabeto primitivo igualmente compuesto por 16 signos. Otro autor, persiguiendo otras investigaciones, llega también a descubrir la existencia de estos 16 signos primitivos. El autor es Barrois, y el libro se refiere a un sistema de dactilología.

Los trabajos de Court de Gébelin y sobre todo los de Fabre D'Olivet son notables a este respecto. En su "lengua hebraica res­tituida", este sabio iniciado establece la existencia de ciertos signos hieroglíficos primitivos, de los cuales se habrían derivado las letras hebreas.

Todos estos autores, partiendo de fuentes bastante diferentes, concuerdan en sus conclusiones, lo que demuestra la exactitud de sus investigaciones.

Que estos 16 signos primitivos fueran el origen de los signos alfabéticos hebreos, sánscritos, chinos o griegos, no nos interesa mayormente. Lo importante es la identidad de las fuentes que jus­tifican conclusiones equivalentes.

El alfabeto hebreo, compuesto por 22 letras, nos resulta par­ticularmente satisfactorio, visto la correspondencia entre el número de las letras de que se compone y las láminas de los arcanos mayores del Tarot. Apenas asentada esta conclusión surgen de inmediato otras de igual importancia.

Guillaume Postel nos revela las relaciones del alfabeto hebraico con el Tarot; van Helmont hijo, Claude de San Martín, Fabre D'Olivet fortalecen nuestra opinión; en fin, Eliphas Levi aporta tam­bién el peso de su maravillosa erudición sobre estas cuestiones.

Mas lo que nos sorprenderá todavía más, es que un viejo libro de cábala, el Sefer Jesirah, estudiando la constitución del alfabeto hebraico, llega a dividir las letras de modo a relacionarlas, con toda exactitud, a los datos de la astrología, tal como lo demuestra un viejo manuscrito del Vaticano; sobre el cual, Cristián, ha basado sus trabajos horoscópicos.

De puntos de vista tan diferentes surge una única consecuencia: el valor de la letra hebraica como elemento simbólico. Poseemos en ella un simbolismo verdadero del cual podemos obtener no sola­mente las consecuencias inmediatas, sino también los orígenes.

Podríamos hacer un Tarot compuesto únicamente por las letras hebreas y sus números respectivos; mas no es éste nuestro objeto; vamos a investigar cómo puede deducirse del simbolismo de los caracteres hebreos el simbolismo del Tarot y realizaremos así nues­tro diseño: determinar por vía deductiva el valor de las figuras del Tarot y su razón de ser.

LAS LETRAS HEBREAS BASE DEL TAROT SIMBÓLICO

Vamos a estudiar las letras hebreas una a una, determinando sucesivamente:

1° El valor jeroglífico de cada una, de acuerdo a su origen (Fabre D'Olivet y Barrois);

2° El valor simbólico derivado de este jeroglífico (Fabre D'Olivet, Eliphas Levi y Christian);

3° Su valor astronómico (Christian y Sefer Jesirah).

Conociendo estos datos nos resultará fácil establecer su aplica­ción a los símbolos del Tarot. Mas antes de abordar este estudio, diremos algunas palabras sobre el alfabeto hebreo en general y de su constitución.

El alfabeto hebreo está compuesto por 22 letras; estas letras guardan un orden correlativo; cada una de ellas corresponde a un número derivado de la posición que ocupa en el alfabeto, a un jero­glífico resultado de su forma y a un símbolo correspondiente a sus relaciones con las demás letras. Cada letra es la derivada de otra llamada iod. La iod las ha formado de la siguiente manera (ver el Sefer Jesirah).

1° Tres letras madres:

 (aleph)   A

 (mem)   M

 (shin)     S

2° Siete dobles (dobles porque expresan dos sonidos, uno po­sitivo-fuerte, otro negativo-suave):

   beth          B   2

   ghimel      G   3

   daleth       D   4

   caph        C  11

   phé           F  17

   resch         R 200

   thau         T 400

3° Por último 12 simples formadas por las otras letras.

Para mayor claridad daremos el alfabeto hebreo con la indica­ción de las cualidades y orden de cada letra.

N°de Orden

Nombre

Equivalencias romanas

Valor

1

aleph

A

madre

2

beth

B

doble

3

ghimel

G

doble

4

daleth

D

doble

5

E

simple

6

vau

V

simple

7

heth

Z

simple

8

Zaïn

H

simple

9

iod

T

simple

10

caph

I

simple y principio

11

lamed

C

doble

12

mem

L

simple

13

teth

M

madre

14

noun

N

simple

15

samech

S

simple

16

haïn

X

simple

17

phé

F

doble

18

tsadé

P

simple

19

coph

K

simple

20

resch

R

doble

21

shin

V

madre

22

thau

O

doble

Hemos determinado un principio fijo para el simbolismo de las letras hebreas. No tememos ahora ningún error producido por la mala interpretación de una vestimenta o por una figura inexacta. La letra hebrea nos servirá de referencia para elucidar cualquier punto oscuro de difícil interpretación. Podemos ahora volver sobre nuestro Tarot, al que abandonáramos para hacer esta digresión.


A la memoria del autor del Mundo Nuevo, el abate Roca.